Ese lugar ligero que a veces es la vida.
Ahí estoy hace un rato. Encontrándome con algo distinto.
Dejando espacio a los cierres que arrastran el tránsito.
Soltando lo pesado, lo denso, lo confuso y difícil, a ratos.
Después, se asienta de nuevo la vida, con más plenitud y certeza.
Y las vísceras hablan, la sangre late, lo nuevo pide espacio.
Abro la boca y ya no grito. Ahora, canto.