Cuando el silencio se hace denso, en un día extraño de tiempo incierto, de lugares difíciles, de nebulosa escarchada dentro y fuera. Esos días, el ruido es compañía. Puede sonar suave, hasta dulce. O tiene formas nuevas, casi desconocidas, rudas, difíciles. El tránsito tiene este lenguaje hoy. Viajar es esto también. Orientarse en lo nuevo, reconocer la belleza en el ruido. Fascina y atrapa.